jueves, 8 de octubre de 2009

Viva la pepa

Ahora sí que estamos transitando días en los que el famoso "Viva la pepa" ocupa casi toda la escena nacional.
Los adolescentes se dedican a cortar calles y a tomar colegios con la misma facilidad con la que yo voy al super a comprar pan de salvado pero con una pequeña diferencia: si se me ocurriera salir del super sin pagar (o sea, cometiendo un delito) me agarrarían de las pestañas e iría en cana mientras que esas blancas palomitas no tienen pena alguna por impedir la libre circulación de la gente por las calles o por dejar sin clases al resto del alumnado del mismo colegio al que ellos asisten.
Mientras llevan a cabo estas medidas que les resultan tan justicieras muchos de ellos se sientan en el asfalto y hacen malabares con pelotitas de goma (no me lo contó nadie, lo he visto con mis propios ojos), arman batucadas en la puerta del colegio o se dedican a aparecer en los medios de comunicación apretando play y repitiendo de memoria un discurso que conocen mejor que las propias materias que cursan.
Cuando los miro o los escucho me retrotraigo a mis épocas de estudiante y pienso que si se me hubiera ocurrido algo así mi vieja me hubiera pegado un shot tan grande que aún hoy tendría la marca de su zapato en el traste.
Los piqueteros colman las calles de ciudad con la cara tapada y munidos de palos tanto o más grandes que ellos mismos y son tantos los reclamos que se pierde el foco en contados instantes.
Los senadores hoy votan a favor y mañana en contra de una ley que es necesario cambiar pero no de la manera en que el gobierno pretende.
La impunidad flota en todos los ámbitos del país y nadie hace nada. La policía tiene órdenes claras de no meterse, de no tocar a los que coartan la libertad del prójimo y el caos se apodera lentamente de todos los espacios posibles, como el agua cuando va buscando una hendija por donde seguir su curso natural.
Como si todo esto fuera poco, ciertos personajes del gobierno dejan en claro sus contactos mafiosos y prometen romperle la columna a quienes se atrevan a hablar.
He llegado a la conclusión de que al lado de Cristina y cía, Vito Corleone era embajador de la buena voluntad de UNICEF.

4 comentarios:

Alex dijo...

si no fuera tan patético todo me reiría, pero te juro que me dan ganas de llorar.

Angelina 2.0 dijo...

Jjajajajajj me estoy riendo!!! Y lero lero cantilero todo me importa un pito porque no voy a tener que sufrir el fucking cambio de horario!!!!


(Estaré para camisa de fuerza???)

Angelina 2.0 dijo...

Sorry, tenia que volver a hacer la salvedad: lo de la ley de medios es tremendo... que antes no, que ahora si... y daaaaale que va.... daaaale que vamos, peor dicho!!
Es para llorar mal en serio!!!

zorgin dijo...

shht!!
don Vitto es un hombre de famiglia.